Los colectivos ecologistas de la Vega Baja están indignados ante la instalación de un tendido eléctrico que atravesaría 23 kilómetros de la comarca desde una estación de placas solares en la Región de Murcia que desembocaría en la subestación de Rojalinda en la localidad de Rojales después de atravesar otros municipios como: Orihuela, Jacarilla, Benejúzar, Algorfa, Almoradí y Los Montesinos.

Hablamos con los Amigos de la Sierra de Benejúzar y más concretamente con su presidente, Manuel Ruiz, que siente la situación que puede vivir la comarca si nadie le pone remedio: “lo duro de esto es que parece que con las energías renovables quieren poner  en la Vega Baja todas las plantas solares de España y no estamos dispuestos”. La instalación de más de cien torres a lo largo de 23 kilómetros provocaría un grave impacto paisajístico y en la fauna del entorno de las zonas que atravesaría como las sierras de Altaona, Escalona y de Pujálvarez, además de la benejucense.

Todas las aves migratorias que vienen del norte de Europa hasta África atraviesan este territorio y el tendido eléctrico que se proyecta con torres de 25 metros. “La semana pasada pudimos ver águilas calzadas y no sería la primera vez que se electrocutaran. Hay un gran peligro con todas estas aves” afirma el presidente de los Amigos de la Sierra de Benejúzar.

La solución puede pasar por instalar el cableado por otros caminos alternativos e instalar las grandes torres junto a carreteras ya construidas sin que tenga que afectar a zonas verdes de la Vega. Otra opción que plantean los ecologistas es soterrar la instalación eléctrica. Los grupos de defensa del patrimonio ecológico de la Vega Baja del Segura se muestran dispuestos a evitar que una planta fotovoltaica acabe perjudicando un ecosistema que pretende proteger.