• La UNESCO conmemora este jueves 3 de noviembre el día contra la violencia y el acoso en la escuela
• Levante Radio entrevista a las psicólogas Claudia Molpeceres y Lorena Miñarro sobre la violencia que ejercen los jóvenes hacia sus compañeros

Las psicólogas del Centro Crece de Torrevieja estuvieron en los micrófonos de Levante Radio para hablar sobre el día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, decretado por la UNESCO el primer jueves del mes de noviembre. Una fecha para evitar el número de suicidios, depresiones y autolesiones como consecuencia de la violencia en las aulas.

El acoso escolar se ha magnificado durante los últimos años, ya no se limita a las aulas o al propio entorno escolar, va más allá, llegando a los hogares de todos los alumnos debido a la existencia de las redes sociales. Y se añade la existencia del poder mantener el anonimato detrás de estas, comenta la psicóloga Lorena Miñarro. “Los menores tienen mucha facilidad para el acceso a las redes sociales normalmente sin ningún tipo de supervisión”, anota Claudia Molpeceres.

Los padres intentan mantener el control de las redes de sus hijos, sin embargo, el acceso a todas estas para su supervisión resulta complicado. “Por mucho que un padre se intente actualizar, siempre va a haber una red social que no va a poder controlar” comentaba Miñarro. Los adultos a cargo de los menores, más que el control de sus redes, deben tener en cuenta los cambios en su comportamiento. Para Claudia Molpeceres: “Actitudes como que se retrae más, que no quiere hablar, manifestaciones de dolores de estómago o el no querer ir al instituto entre otras indican que algo pasa”.

La clave para esto es el tener un contacto directo y diario con los infantes o adolescentes para detectar este tipo de conductas, matiza Lorena Miñarro.

Los niños que han sufrido maltrato escolar o cyberbullying, no tienen porque cargar con las secuelas psicológicas que pueda generar el vivir estas situaciones si se lleva a cabo un buen tratamiento. En este caso, depende de cómo se trabaje por parte del centro escolar y del equipo psicológico a cargo del niño, según las palabras de la facultativas. Además, “es primordial que los niños se sientan apoyados tanto por sus amigos como por testigos, que puedan comunicar lo sucedido a padres o profesores, para dar esa fuerza de comunicación que tal vez no tenga la víctima”, manifiesta Claudia Molpeceres.